Buenas noches mi Diosito adorado, hoy estoy aquí,
únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3324.
Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR,
POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR
CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos
la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias,
gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre
celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.
Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero
pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.
Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad,
además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos
concedas a todos nosotros larga vida y salud, fisica, mental y espiritual. Te
lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi
corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte tantas cosas.
Te digo todo esto por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi
vida, el día de hoy mi hermana mayor me dijo que yo era muy estresante. Mi
esposo me dijo que yo, era cero apoyos, y pues mi hijo menor, continua sin
hablarme. Esta mañana yo lloré, pero me di cuenta de que mi llanto no era
causado por las cosas feas que mi familia o esposo me dicen o por las cosas de
las que ellos me acusan, sino porque si todas esas cosas son ciertas, yo a ti
mi amadísimo Señor Jesucristo, te he fallado demasiado.
Dios de mi amor, mientras esperaba dentro del carro llorando, no
pude evitar devolverme en el tiempo para pensar en el que debí haberme quedado
dentro de él único matrimonio católico, el único que si tiene valor porque fue
el único donde yo cumplí con las doctrinas católicas, yo debí haber aguantado o
luchado más para no dejar a mis hijos sin el hogar que tanto me han reclamado.
Yo quiero suplicarte que, si es esa tu Santísima voluntad, por favor me
perdones por el error que cometí hace casi 35 años, cuando me separe de mi
esposo antes luchar lo que debía luchar para mantener unida a la familia que tu
mi Señor Jesucristo, me diste. Te suplico que me perdones por tu inmenso
amor mi adorado padre celestial.
Dios
de mi cielo, hoy quiero decirte que te agradezco con todo mi corazón por amarme
a pesar de todos mis errores, por tomarme de la mano en todo momento y por
perdonar de mí, tantos pecados que he cometido a lo largo de mi existencia. Te
lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi corazón, quiero decirte también que te amo con todo mi corazón
y que me arrepiendo en el alma por no haberte demostrado mi amor desde el día en
el que me concediste el milagro de regalarme la vida y por haber perdido tanto
tiempo dándole mas importancia a los seres humanos que a ti. Te suplico que, si
es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones pro ese enorme pecado que cometí.
Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado, gracias por tanto amor. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario