Buenos
días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para
ti, la carta número 3277.
Pero
antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA
DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR
DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias
por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día,
gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con
todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te
amo, mi amor.
Y
para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por
todos los pecados que he cometido hasta hoy.
Y también
quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros
corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros
larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te
doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios
de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma,
hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, yo te agradezco
con todo mi corazón por el trabajo remoto que me has regalado. Gracias por
abrir todas las puertas para que este empleo fuera una realidad. Eso solo fue
posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco
por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios
de mi amor, yo te agradezco con todo mi corazón por ayudarnos a todos nosotros a
afrontar las circunstancias de la vida cuando esas circunstancias no son las
mejores gracias a nuestras malas decisiones. Eso solo podemos lograrlo gracias
a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso
amor mi adorado padre celestial.
Dios
de mi cielo, yo te agradezco con todo mi corazón, por regalarles a mis hermanos
ese paseo a San Andrés, gracias por cuidar de ellos antes, durante y después de
que regresen a sus hogares. Eso solo es posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo
señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre
celestial.
Dios
de mi amor, yo te agradezco con todo mi corazón por brindarnos todo lo que
necesitamos para existir en este mundo maravilloso que tu amor nos regaló. Eso
solo podemos lograrlo gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te
lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios
de mi cielo, gracias, gracias, gracias, gracias por todo, gracias mil, mil gracias,
muchísimas gracias por tanto amor, por todo lo que nos regalas a diario, por
nunca olvidarnos, por siempre acompañarnos y porque nunca nos quitas tu inmenso
amor. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de
mi corazón, gracias por el día que esta pasando y el nuevo día que llegara
gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu
inmenso amor mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.
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