PAGINA PRINCIPAL

viernes, 1 de marzo de 2024

MI CARTA TRES MIL DOSCIENTOS TREINTA Y OCHO A DIOS

 


Buenas tardes mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3238.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte tantas cosas. Te digo todo esto por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, tu sabes cuan feliz yo sería si tú me concedieras la dicha de que mi hijo pudiera venirse a este pais a realizar sus sueños, aunque él no quiera hablar con migo. Y seria feliz porque él podría salir de ese lugar en el que se siente perseguido y aburrido. Es lo que yo quisiera, pero sé que, si tú no has permitido que el venga aun, que no hayamos tenido respuesta, es porque tú sabes cómo, cuando y donde esto debe suceder. Solo quiero pedirte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me ayudes a esperar sin desesperarme entendiendo que tú eres el único que sabe por qué el proceso está demorado y que no se mueve una hoja sin que sea tu voluntad, porque tú eres el único que sabe que es lo mejor para todos nosotros. Te lo suplico por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo se que soy demasiado impaciente, que por lo regular quiero que las cosas se me den de manera inmediata, que me falta mas fe y que me falta mas confianza en que todo se estará bien. Esta mañana, estuve pensando en mi hijo Andrés, en las cosas tan feas que aun tiene en su mente y en lo mal que piensa a cerca de mi y por un momento pensé que tal vez ya nunca mas vuelva a ser el mismo y se quede sin recordar quien soy yo y como soy yo en realidad.

Pero luego, gracias a ti y solo a ti, regresó a mi corazón mi fe en ti y supe que no importa que ahora parezca imposible que el cambie de actitud conmigo, porque si yo lo merezco, tu harás posible que mi hijo vuelva a verme como la madre amorosa que soy y que recuerde que yo jamás sería capaz de hacerle daño de la manera que el ahora me acusa. Yo quiero detenerme en este punto para suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por ser como soy. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario