PAGINA PRINCIPAL

lunes, 11 de marzo de 2024

MI CARTA TRES MIL DOSCIENTOS CUARENTA Y OCHO A DIOS



Buenas noches mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3248.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, fisica, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para pedirte perdón. Dios de mi vida, yo te suplico con todo mi corazón que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por pelear con mi esposo Guadalupe por el nuevo empleo que gracias a ti y solo a ti yo pude conseguir. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por no valorar suficientemente esta oportunidad y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor no me la quites hasta que tú me regales una nueva. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por ser tan metida y querer enterarme de todo lo que pasa con mis hermanos y hermanas, aunque ellos no quieran decirme nada. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor y te doy gracias y te prometo que, a partir de este momento, no volveré a preguntar nada hasta que que ellos me cuentes. Te lo prometo por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por no pagar lo que debo pagar para que me quede el dinero para enviarle a mi hijo y asegurarle así el pago de su techo seguro. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por desesperarme, llorar y renegar porque las cosas en este nuevo trabajo que me regalaste no me salen bien. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi corazón, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por aburrirme en este trabajo y comenzar a verle las cosas malas en lugar de las buenas. Por pegarme de tantas estupideces en lugar de darte gracias por haberme dado este empleo. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario