Buenas
tardes mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo
para ti, la carta número 3257.
Pero
antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA
PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL
ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias
por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día,
gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con
todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te
amo, mi amor.
Y
para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por
todos los pecados que he cometido hasta hoy.
Y también
quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar
nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos
nosotros larga vida y salud, fisica, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor
y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios
de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma,
hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, yo te
agradezco con todo mi corazón por ayudarnos a todos nosotros a continuar creyendo,
conservando la fe y a trabajar para conseguir las cosas que humanamente
necesitamos. Eso solo podemos lograrlo gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor
Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios
de mi amor, yo te agradezco con todo mi corazón por ayudar a mi hijo mayor a
mantenerse firme en su fe de encontrar el dinero que necesita para quedarse en Canadá.
Eso solo lo puede hacer, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo.
Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios
de mi cielo, yo te agradezco con todo mi corazón por haber sacado a mi hijo
menor del camino por el donde caminaba, por ayudarlo a seguir adelante, por
ayudarlo a superar todos sus problemas mentales, por permitir que las cosas que
hizo en el pasado no dañaran su salud, que todo su organismo se haya recuperado
tan bien. Eso solo fue posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo.
Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios
de mi corazón yo te agradezco con todo mi corazón por el milagro que le hiciste
a mi hijo, por los milagros que me has hecho a mí, por el milagro que le
hiciste a mi hermana Hilda y a su hijo protegiéndola cuando el techo de su casa
se le cayo y por todos los milagros que nos concedes a diario a todos nosotros
tus hijos alrededor del universo entero. Esos milagros solo son posibles
gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu
inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi alma, yo te agradezco con
todo mi corazón por todo el amor que nos regalas a diario, por cuidarnos tanto,
por bendecirnos tanto, por perdonarnos todo, por ayudarnos siempre, por nunca
abandonarnos y sobre todo por cubrirnos con el sagrado manto de tu inmenso amor.
Todas esas bendiciones las recibimos gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor
Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Te
amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor.
Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario