Buenos días mi
Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti,
la carta número 3226.
Pero antes que
nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA
DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR
DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la
vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día,
gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor.
Y para cumplir
con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los
pecados que he cometido hasta hoy.
Y también quiero
suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros
corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros
larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te
doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi
vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy
quiero dedicar esta carta para pedirte perdón. Dios de mi vida, yo te suplico
con toda mi alma y con mi corazón que, si es esa tu santísima voluntad, por
favor me perdones por todo lo malo que yo haya hecho a lo largo de mi
existencia. Que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por lo
malo que haya dicho. Que por favor me perdones por las veces que haya faltado
al cumplimiento de tus sagrados mandamientos. Que, si es esa tu santísima voluntad,
por favor me perdones por las malas palabras, las frases hirientes y todo lo que
yo haya dicho de mala manera o de la manera incorrecta durante toda mi vida. Te
suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi amor,
yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por
todas las cosas malas que hice durante mi juventud, por todos mis errores del
pasado, por aquellos errores que me trajeron como consecuencia vivir separada
de mis hijos y sentir su desprecio. Te suplico que me perdones por tu inmenso
amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi
cielo, yo te suplico con todo mi corazón por todas las diferencias que tuve con
mis padres mientras estuvieron presentes en este mundo terrenal, por las veces
en las que alegue con ellos y los hice sentir mal. Por las veces en los que les
desobedecí y por las veces en las que hice llorar a mi madre o la hice sentir
triste por algo que yo le dije. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor
mi adorado padre celestial.
Dios de mi corazón,
yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por
las cosas de las que tengo culpa conscientemente, por las cosas de las que
tengo culpa inconscientemente, por todas las desavenencias que he tenido con
mis hijos, con mis hermanos o hermanas, con mis sobrinos, con mi esposo, con mi
ex esposo, con todas las personas que me diste para amar en este mundo y con
todas aquellas personas que ni siquiera conozco, que no hacen parte de mi
familia o mi entorno de amistades. Te suplico que me perdones por tu inmenso
amor mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario