PAGINA PRINCIPAL

domingo, 18 de febrero de 2024

MI CARTA TRES MIL DOSCIENTOS VEINTISEIS A DIOS

 


Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3226.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para pedirte perdón. Dios de mi vida, yo te suplico con toda mi alma y con mi corazón que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por todo lo malo que yo haya hecho a lo largo de mi existencia. Que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por lo malo que haya dicho. Que por favor me perdones por las veces que haya faltado al cumplimiento de tus sagrados mandamientos. Que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por las malas palabras, las frases hirientes y todo lo que yo haya dicho de mala manera o de la manera incorrecta durante toda mi vida. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por todas las cosas malas que hice durante mi juventud, por todos mis errores del pasado, por aquellos errores que me trajeron como consecuencia vivir separada de mis hijos y sentir su desprecio. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te suplico con todo mi corazón por todas las diferencias que tuve con mis padres mientras estuvieron presentes en este mundo terrenal, por las veces en las que alegue con ellos y los hice sentir mal. Por las veces en los que les desobedecí y por las veces en las que hice llorar a mi madre o la hice sentir triste por algo que yo le dije. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por las cosas de las que tengo culpa conscientemente, por las cosas de las que tengo culpa inconscientemente, por todas las desavenencias que he tenido con mis hijos, con mis hermanos o hermanas, con mis sobrinos, con mi esposo, con mi ex esposo, con todas las personas que me diste para amar en este mundo y con todas aquellas personas que ni siquiera conozco, que no hacen parte de mi familia o mi entorno de amistades. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario