Buenos días mi
Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti,
la carta número 3188.
Pero antes que
nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA
DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR
DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la
vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día,
gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con
todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te
amo, mi amor.
Y para cumplir
con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los
pecados que he cometido hasta hoy.
Y también quiero
suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros
corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros
larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te
doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi
vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy
quiero dedicar esta carta para hacerte tantas promesas. Te prometo todas estas
cosas por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, en aras
de nunca mas volver a quedarte mal con mis promesas de no pelear y ya que ayer
en la noche volví a caer en el mismo error de dejarme llevar mas por mis
emociones humanas que por las promesas que te hago, yo quiero hoy, 11 de enero del
año 2024 dejar plasmadas en esta carta mis promesas para ti con el deseo
sincero de poder cumplirlas a cabalidad gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor
Jesucristo.
Dios de mi
vida, yo te prometo cambiar absolutamente todo lo que soy, mi manera de hablar,
mi manera de ser, te prometo callar mas y tal vez no volver a hablar mas que lo
necesario aquí en esta casa. Te lo prometo por tu inmenso amor mi adorado padre
celestial.
Dios de mi
amor, yo te prometo, a partir de hoy, no hacerle ninguna pregunta a mi esposo,
por mas ganas que tenga de hacerla. Te lo prometo por tu inmenso amor mi
adorado padre celestial.
Dios de mi
cielo, yo te prometo, a partir de hoy, nunca mas caer en discusiones con mi
hijo menos, diga lo que diga, si me insulta o no, yo simplemente le voy a decir
Dios te bendiga y te amo. Te lo prometo por tu inmenso amor mi adorado padre
celestial.
Dios de mi corazón,
yo te prometo que, a partir de hoy, yo jamás volveré a darles consejos a mis
hermanos de ninguna clase. Te lo prometo por tu inmenso amor mi adorado padre
celestial.
Dios de mi alma,
yo te prometo que, a partir de este momento, voy a buscar trabajo con mas ganas
esperando en ti encontrarlo cuando sea tu santísima voluntad. Te lo prometo por
tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, todas estas
promesas que hoy te hado te las hago por amor a ti y te suplico que, si es esa
tu santísima voluntad, por favor las bendigas con tu amor, compañía y protección,
en este momento, hoy, mañana y siempre, por siempre y para siempre, para que yo
pueda cumplirlas a cabalidad gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo.
Sin tu ayuda yo no soy capaz de hacerlo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito
adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario