PAGINA PRINCIPAL

jueves, 18 de enero de 2024

CARTA TRES MIL CIENTO NOVENTA Y CINCO A DIOS



Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3.195.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor.  Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo mi amor. 

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicar te que, si es esa tu Santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para pedirte perdón. Dios de mi vida, yo te suplico de todo corazón que, si es esa tu Santísima voluntad, por favor me perdones por pelear con mi esposo una vez más. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, ayer en medio de la pelea con mi esposo, lo llame maldito loco, y fue una expresión de rabia y en forma de insulto. De verdad me arrepiento de todo corazón por haberlo dicho y te prometo jamás volver a hacerlo.  Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. 

Dios de mi cielo, ayer en medio de la discusión, entendí que quizá mi esposo, aunque está bien, cuando se enoja su mente se nubla y hace y dice cosas inconscientemente, de las que quizá luego se arrepiente y es demasiado orgulloso para después reconocerlo. Es por lo que te suplico que, si es esa tu Santísima voluntad, por favor me perdones por no tener la paciencia que se necesita para entender eso y para no caer en el error de quedarte mal a ti, peleando con él. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. 

Dios de mi corazón, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por dejarme llevar por la rabia mas que por mi amor hacia ti y comenzar peleas o responder a agresiones en lugar de acordarme de las promesas que yo te hago a ti de no pelear, de respirar, de aguantar, de buscar la paz y no la guerra. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi alma, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por caer en la desesperación, en la desesperanza, por pensar mal y perder la paciencia que debo tener para esperar en ti a que los milagros que estamos esperando sean una hermosa realidad. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario