MI CARTA TRES MIL CIENTO SETENTA A DIOS

 

Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3170.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, yo te agradezco con todo mi corazón por permitirme disfrutar de este día de navidad con vida y salud, por permitirle a mi esposo Guadalupe disfrutar de este día con vida y salud, por permitirles a mis hijos Fabian, Andrés y Johana disfrutar de este día con vida y salud, Gracias por permitirles a mis hermanos y hermanas, a mis sobrinos, a la hija de mi esposo, a los hermanos de mi esposo y a todos nosotros tus hijos alrededor del mundo entero gozar de vida y salud. Pero por sobre todas las cosas del mundo, te agradezco con todo mi corazón por permitirnos a todos nosotros gozar de la grandeza de tu inmenso amor. Gracias por amarnos tanto. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo te agradezco con todo mi corazón porque siempre estas cuidando de mí, por enseñarme a cuidar de mi salud, por acompañarme y ayudarme cuando me siento mal, por no permitir que yo enferme tanto que tenga que ir al hospital. Eso solo es posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi alma, yo te agradezco con el alma por permitirme acercarme a mi hijo menor Andrés, por darme la capacidad para entender que si tu no permites que el me hable ahora es porque así debe ser para que el logre mejorarse totalmente. Yo te agradezco con todo mi corazón por permitir que mi hijo saliera de todas sus adicciones y por bendecirlo con la grandeza de tu amor, cada día, todos los días. Gracias a ti que lo has protegido hasta en sus momentos mas oscuros, gracias a que tu siempre has estado con el para ayudarlo y rescatarlo del peligro. Eso solo es posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.