Buenos
días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo
para ti, la carta número 3003.
Pero
antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA
PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL
ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias
por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día,
gracias por todo, mi corazón, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las
fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi
amor.
Y
para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por
todos los pecados que he cometido hasta hoy.
Y también
quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar
nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos
nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu
amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios
de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma,
hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, yo te
agradezco con todo mi corazón por ensenarme a perdonar, por ayudarme a
reconocer mis errores, por hacerme ver que todas las cosas que hago y que digo
tienen consecuencias y, sobre todo, por permitirme hacer tu voluntad, sabiendo
que lo que yo pienso o hago como humano esta mal. Te agradezco todas estas
cosas por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios
de mi amor, yo te agradezco con todo mi corazón por darme la oportunidad de
comenzar a cumplir todo lo que te he prometido y ayudarme a cambiar todo lo
malo que hay en mi para que tu te sientas orgulloso de mi y para que nunca mas
sufras por causa mía. Esas son cosas que solo soy capaz de hacer gracias a ti y
solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi
adorado padre celestial.
Dios
de mi cielo, yo te agradezco con todo mi corazón por perdonar en mí tantas
fallas, porque nunca te cansas de darme tantas oportunidades, por no enojarte conmigo
a pesar de que me manejo tan mal, por tratarme con tanto amor y, sobre todo,
porque nunca me abandonas. Te agradezco todas estas cosas por tu inmenso amor
mi adorado padre celestial.
Dios
de mi corazón, yo te agradezco con el alma por conservar mi vida, por
protegerme de todos los peligros, por llevarme por senderos seguros y cuidar de
mi cuando el elijo senderos que no lo son tanto. Te lo agradezco por tu inmenso
amor mi adorado padre celestial.
Dios
de mi alma, yo te agradezco con todo mi corazón por permitir que todos los
alimentos que comemos nos ayuden a conservarnos sanos, por procurar para todos los
seres vivientes en este mundo todas las cosas que necesitamos para existir,
para ser felices y para que nunca nos falte nada, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo
señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre
celestial.
Te
amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario