Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, escribiendo para ti, la carta número 3014.
Pero
antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA
PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL
ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias
por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día,
gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, gracias, mi amor. Te
amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te
amo, te amo, mi amor.
Y para
cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por
todos los pecados que he cometido hasta hoy.
Y también
quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar
nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos
nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu
amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios
de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma,
hoy quiero dedicar esta carta para decirte tantas cosas. Dios de mi vida, antes
de comenzar a decirte tantas cosas quiero que sepas que te amo con todas las
fuerzas de mi corazón y de mi alma y que te estoy infinitamente agradecida por
amarme tanto, por regalarme la vida y por mantener mi salud fuerte. Te
agradezco todas las enormes maravillas que me regalas día con día. Te lo
agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios
de mi amor, tú eres el único que sabe cómo en realidad yo me siento por no
servir para nada a mis 58 años, cuanta frustración yo siento porque a pesar de
que tú me has regalado tantos dones yo no he sido capaz de usarlos para el bien
mío y el de mi familia. Tu eres el único que sabe cuanta tristeza yo siento por
no tener la capacidad de mantener a mi familia por mis propios medios, sabes
que humanamente yo me siento una completa inútil y que lo único que me ayuda a
seguir adelante es saber que, a pesar de no servir para nada, tu mi amadísimo señor
Jesucristo me amas cada día más. Oh, mi adorado padre celestial, yo te suplico
que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por ser tan inútil.
Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios
de mi cielo, tú sabes que yo en realidad quiero poder aportar para pagar la renta
de esta casa y no tener que meter a nadie extraño en ella. Sabes que yo he
buscado trabajo y sabes también cual es la razón por la cual aún no lo he
conseguido, es por lo que te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por
favor me perdones por todos los errores que me trajeron hasta donde estoy y me concedas
la gracia de que yo pueda conseguir un empleo para poder aportar a los gastos
de este hogar y seguir ayudando a mi familia. Te lo suplico por tu amor y te
doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi corazón, yo quiero este día
suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me ayudes a
conservar mi fe y mi esperanza pase lo que pase. Y también te suplico que, si
es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por llorar a causa de las
situaciones humanas en lugar de sonreír, ser feliz y agradecida por recibir de
ti, tanto y tan puro amor. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi
adorado padre celestial.
Te
amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario