PAGINA PRINCIPAL

viernes, 21 de julio de 2023

MI CARTA TRES MIL CATORCE A DIOS



Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, escribiendo para ti, la carta número 3014.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte tantas cosas. Dios de mi vida, antes de comenzar a decirte tantas cosas quiero que sepas que te amo con todas las fuerzas de mi corazón y de mi alma y que te estoy infinitamente agradecida por amarme tanto, por regalarme la vida y por mantener mi salud fuerte. Te agradezco todas las enormes maravillas que me regalas día con día. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, tú eres el único que sabe cómo en realidad yo me siento por no servir para nada a mis 58 años, cuanta frustración yo siento porque a pesar de que tú me has regalado tantos dones yo no he sido capaz de usarlos para el bien mío y el de mi familia. Tu eres el único que sabe cuanta tristeza yo siento por no tener la capacidad de mantener a mi familia por mis propios medios, sabes que humanamente yo me siento una completa inútil y que lo único que me ayuda a seguir adelante es saber que, a pesar de no servir para nada, tu mi amadísimo señor Jesucristo me amas cada día más. Oh, mi adorado padre celestial, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por ser tan inútil. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, tú sabes que yo en realidad quiero poder aportar para pagar la renta de esta casa y no tener que meter a nadie extraño en ella. Sabes que yo he buscado trabajo y sabes también cual es la razón por la cual aún no lo he conseguido, es por lo que te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por todos los errores que me trajeron hasta donde estoy y me concedas la gracia de que yo pueda conseguir un empleo para poder aportar a los gastos de este hogar y seguir ayudando a mi familia. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi corazón, yo quiero este día suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me ayudes a conservar mi fe y mi esperanza pase lo que pase. Y también te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por llorar a causa de las situaciones humanas en lugar de sonreír, ser feliz y agradecida por recibir de ti, tanto y tan puro amor. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario