PAGINA PRINCIPAL

sábado, 24 de junio de 2023

MI CARTA DOS MIL NOVECIENTOS OCHENTA Y SIETE A DIOS



Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2.987.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón, gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicar te que, si es esa tu Santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros, larga vida y salud, física, mental y espiritual.  Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. 

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte tantas cosas.  Te digo todo esto por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.  Dios de mi vida, Oh mi adorado padre celestial, tú eres el único que conoce mi corazón, que sabe de mis angustias, que sabe cuáles son todas mis necesidades y sabes también que muchas de esas necesidades son a causa de que yo no sirvo para nada. Yo te suplico que, si es esa tu Santísima voluntad, por favor me perdones por estar en esta situación durante casi toda mi vida. No tengo nada, no aporto nada, no valgo nada. Esa es la contante en mi vida, lo que escucho de mis seres queridos porque no trabajo y no hice nada con mi vida.

Quiero que sepas mi adorado padre celestial, que, aunque esta situación en la que me encuentro me hace llorar y desesperarme más de las veces que yo quisiera, aun así, yo no pierdo ni la fe ni la esperanza, porque sé que tú estás conmigo y que siempre estarás para resolver todo lo que yo no puedo resolver, que es casi todo en mi vida.

Dios de mi amor aquí, desde el asiento delantero de este carro que estamos pagando gracias a ti, quiero reiterarte mi amor, quiero decirte que, si no fuera por tu divina presencia dentro de mi corazón yo no sería nada, quiero que sepas que no importa cuánto horrible se vea todo en el exterior, porque el saber que tu existes en mi interior es lo que me produce inmensa felicidad a pesar de estas lágrimas de desesperación humana que ahora derramo a causa de absurdos y tontos motivos humanos.

Quiero que sepas también que no importa si me veo triste, porque esta mi tristeza no es profunda, es solo una leve tristeza que cubre la parte humana de mi ser, pero que nunca afectará mi alma, porque en ella estas tu mi amadísimo Señor Jesucristo para alegrarla siempre. Dios de mi cielo, quiero que sepas que seguiré buscando hasta que tú me permitas encontrar un buen empleo y me regales las bendiciones económicas que solo tú sabes, estamos necesitando.  Te digo todas estas cosas por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. 

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado.  Hasta mañana. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario