Buenos
días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo
para ti, la carta número 2986.
Pero
antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA
DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR
DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias
por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día,
gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo, te
amo, te amo, mi amor.
Y para
cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por
todos los pecados que he cometido hasta hoy.
Y también
quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros
corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga
vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial.
Dios
de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma,
hoy quiero dedicar esta carta para pedirte perdón. Dios de mi vida, yo te
suplico con todo mi corazón y con mi alma que, si es esa tu santísima voluntad,
por favor me perdones por gastar el dinero del hogar ayudando a mis hijos en Colombia.
Tu sabes que yo he tratado de administrar el dinero y que quiero pagar lo que
me haya gastado de mas que me corresponde, pero aun no consigo trabajo y sabes
que mi desespero radica en que el dinero que me gasto sirve para completar los
gastos que nos faltan aquí. Tu mi Diosito adorado también sabes que yo debo apoyar
a mis hijos hasta que ellos puedan valerse por si mismos, sobre todo a mi hijo Andrés,
a quien su depresión se pone peor cuando le falta el dinero. Te suplico que me
perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios
de mi amor, yo te suplico con todo mi corazón que, si es esa tu santísima voluntad,
por favor me perdones por lo que yo este haciendo, que no te permite regalarle
a mi hijo las bendiciones de empleo que busca y que no te permite regalarme a
mi un buen empleo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre
celestial.
Dios
de mi cielo, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me
perdones por todo lo malo que hago, pienso y digo que me hace ser la persona que
tu mi amadísimo señor Jesucristo no quieres que yo sea. Te lo suplico por tu
amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios
de mi corazón, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me
perdones por no tener paciencia con mi esposo y por no dejar de pelear con él.
Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de
mi alma, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, que por favor me
perdones por no servir para nada, por ser perezosa, por perder tanto tiempo en
estupideces. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre
celestial.
Te
amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario