Buenas
tardes mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo
para ti, la carta número 2.991.
Pero
antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA
PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL
ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias
por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo
día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi
amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre
celestial. Te amo, te amo, te amo mi amor.
Y
para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón
por todos los pecados que he cometido hasta hoy.
Y
también quiero suplicar te que, si es esa tu Santísima voluntad, además de
llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos regales a
todos nosotros, larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico
por tu amor y te doy gracias por adorado padre celestial.
Dios
de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi
corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas
manos el destino de todas mis peticiones. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, en tus manos encomiendo la
entrevista de trabajo que tuve en el día de hoy y te suplico que, si es esa tu
Santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección,
antes, durante y después de que termine el proceso de contratación, para que
esa entrevista haya sido exitosa si tu así lo decides mi amadísimo Señor
Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre
celestial.
Dios
de mi amor, en tus manos encomiendo la búsqueda de empleo de mi hijo menor y la
mía propia y te suplico que, si es esa tu Santísima voluntad, por favor las
bendigas con tu amor, compañía y protección, en este momento, hoy, mañana y
siempre, por siempre y para siempre, para que esa búsqueda tenga éxito gracias
a ti y solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor
y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios
de mi cielo, en tus manos encomiendo la estabilidad en esta vivienda que ahora
tenemos gracias a ti y solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo, y te suplico
que, si es esa tu Santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor,
compañía y protección, en este momento, hoy, mañana y siempre, por siempre y
para siempre, para que esta estabilidad nunca se pierda, gracias a ti y solo a
ti mi amadísimo Señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial.
Dios
de mi corazón, en tus manos encomiendo este hogar y te suplico que, si es esa tu
santísima voluntad y no sabes que este hogar debe continuar, por favor lo bendigas
con tu amor, compañía y protección en este momento, hoy, mañana y siempre, por
siempre y para siempre, para que este hogar se arregle gracias a ti y solo a ti
mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi
adorado padre celestial.
Te
amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta
mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario