PAGINA PRINCIPAL

sábado, 13 de mayo de 2023

MI CARTA DOS MIL NOVECIENTOS CUARENTA Y CINCO A DIOS



Buenas noches mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2.945.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA. 

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte tantas cosas. Dios de mi vida, tú sabes que yo intento por todos los medios posibles ser una mejor persona y no dejarme llevar por mis sentimientos de humano equivocado. Sabes que aún no encuentro la manera de hacerlo. Me molestan tantas cosas en esta vida de las personas. Tal vez sea cierto que yo estoy loca como dice mi hijo, o traumada como dice mi esposo, pero me niego a creer en todas las cosas que me dicen ellos, porque lo que si tengo muy en claro es que soy hija tuya oh, mi amadísimo señor Jesucristo, y por lo tanto soy perfecta.

Ahora bien, yo también sé que tú me hiciste perfecta, que desde mi nacimiento me colmaste de bendiciones y me diste muchos dones. Lamentablemente yo he tomado demasiadas decisiones equivocadas, desde que tengo uso de razón. Sin embargo, a pesar de equivocarme tanto, tu sigues ahí dentro de mi corazón perdonándome cada día y dándome una y otra vez la oportunidad de enmendar mis acciones. Te lo agradezco con el alma mi adorado padre celestial.

Gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo, ahora estamos aquí, en este nuevo lugar, mis gatos, mi esposo y yo. Primero que nada, quiero decirte gracias por tener un baño donde hacer nuestras necesidades para nosotros solos. Tener una cocina para preparar todos nuestros alimentos sin tener que pelear con nadie porque están ocupados los fogones, porque la cocina esta sucia, por la cochinada de otras personas. Oh, mi adorado padre celestial, yo te agradezco con el alma porque para mí eso es una enorme bendición. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, estando aquí, mi condición de humana me ha llenado de dudas y de miedos. Dudas de si la señora es una buena persona, miedos a estar sola en esta casa tan grande y no saber quién y cómo se vive en el entorno. Pero quiero que sepas mi amadísimo señor Jesucristo que, a pesar de todas esas dudas y esos miedos humanos míos, yo vivo en mi fe y conservo mi fe y por eso sé que, si tú nos trajiste aquí, es solo para nuestro bienestar. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario