PAGINA PRINCIPAL

viernes, 12 de mayo de 2023

MI CARTA DOS MIL NOVECIENTOS CUARENTA Y CUATRO A DIOS



Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2.944.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para pedirte perdón. Dios de mi vida, yo sé que ahora no es suficiente decirte con palabras que siento mucho el quedarte de nuevo tan mal al volver a pelear con Guadalupe, de verdad que no he sido capaz de controlar todos los sentimientos malos que me producen sus palabras, no he sido capaz de dejar de pelear por dinero, no he sido capaz de dejar de sentir rabia y dolor cuando me dice que yo soy la mala, interesada, ladrona, su peor negocio y todo lo que tú ya sabes que me dice y tampoco he sido capaz de dejar de responder con agresiones y malas palabras a los gritos recibidos. Oh, mi adorado padre celestial, lo lamento profundamente y te prometo que, si es esa tu santísima voluntad, yo voy a cambiar a partir de hoy. No quiero volver a quedarte mal nunca más. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mí y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo te suplico con todo mi corazón que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por ser tan ansiosa, por tomar decisiones a la ligera sin pensar, tengo que aprender a ser más calmada, tengo que aprender realmente a cumplir con todo lo que te prometo porque ya no puedo quedarte mal. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te suplico con todo mi corazón que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por mi falta de paciencia, falta de entendimiento, falta de humildad y falta de compromiso para hacer para dejar de lado mi egoísmo y para aprender a poner la mejilla cada vez que me golpean, porque sé que tengo que pasar por eso con humildad para ser una mejor persona y para merecer todo el amor que a diario recibo de ti. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi corazón, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones porque aún no he sido capaz de vivir de la manera en la que tu deseas que yo viva, de verdad quisiera hacer siempre lo que sea tu santísima voluntad. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. hasta mañana. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario