Buenos
días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo
para ti, la carta número 2.932.
Pero
antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA
PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL
ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUY.
Gracias
por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo
día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. te amo
con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo,
te amo mi amor.
Y
para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón
por todos los pecados que he cometido hasta hoy.
Y
también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de
llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a
todos nosotros, larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico
por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios
de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma,
hoy quiero dedicar esta carta para decirte tantas cosas. Te las digo por tu
inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, tú sabes que como ser
humano yo tengo muchos sentimientos y pensamientos y que la mayoría de ellos
están equivocados. Hoy pongo en tus sagradas manos el salir de esta casa para
trabajar con la señora de New Cannan, donde gracias a ti y solo a ti estuvimos
en su casa. Tú sabes si es lo que tú deseas para nosotros y tu solo tu eres el
único que conoce el corazón de la señora.
Yo
te prometo Dios de mi alma poner todo de mi parte para que las cosas fluyan y
aunque ahora le temo al trabajo duro porque sé que ya no tengo las mismas
fuerzas, yo te prometo hacer todo el esfuerzo humanamente que yo deba hacer
porque yo sé que lo demás lo harás tu.
Dios
de mi amor, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, y tú sabes que
esta es una buena oportunidad para nosotros, por favor nos abras las puertas
que necesitamos para obtener a. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi
adorado padre celestial.
Dios
de mi cielo, tú sabes cómo amo yo amo a mis gatitos bebe y panchito, sabes que
lo único que yo quiero es ofrecerles un ambiente de amor y tranquilidad porque
quiero cuidar de estos ángeles de amor que tú me has regalado para acompañarme,
es por lo que quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor
nunca permitas que el movernos para allá les genere tristeza alguna y que no
corran ningún peligro. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado
padre celestial. Dios de mi corazón, yo te suplico que, si es esa tu santísima
voluntad, y tú nos regalas esta oportunidad de cambio de vida, por favor nunca
permitas que corramos peligro alguno. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial. Dios de mi alma, yo te suplico que, si es esa tu
santísima voluntad, por favor nunca permitas que mi marcapasos sufra ningún
peligro y que no haya nada en el ambiente que pueda dañarlo. Te lo suplico por
tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios
de mi vida, cierro mis ojos y te entrego en tus sagradas manos esta oportunidad
para que se haga tu santa voluntad, en este momento, hoy, mañana y siempre, por
siempre y para siempre y a partir de ahora me quedo tranquila porque estando en
tus manos todos estamos en las mejores manos. Mil gracias, mi amadísimo señor
Jesucristo.
Te
amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario