Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2910.
Pero antes que
nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA
DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR
DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la
vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día,
gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con
todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te
amo, mi amor.
Y para cumplir
con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los
pecados que he cometido hasta hoy.
Y también
quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar
nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos
nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu
amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi
vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy
quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, yo te
agradezco con todo mi corazón por regalarme la maravillosa bendición de poder
hacerte una petición en el día de ayer, al conmemorar la hora de tu muerte el
viernes santo. Gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo pude
hacerte mis peticiones y rezar mis oraciones justo a las 3 de la tarde. Gracias
por esa hermosa oportunidad y muchas gracias, mi amadísimo señor Jesucristo
porque yo sé que tú nos concederás todas las peticiones que hacemos ese día a
esa hora. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi
amor, yo te agradezco con todo mi corazón por permitirle al mundo morir en el
pecado para resucitar en la gracia de tu perdón y de tu amor. Te lo agradezco
por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi
cielo, yo te agradezco con todo mi corazón porque cada día, todos los días,
estas perdonando nuestros errores y nos estas ayudando a ser mejores personas
en la gracia de tu extraordinario amor. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi
adorado padre celestial.
Dios de mi
corazón, yo te agradezco con todo mi corazón por estar dentro de nuestros
corazones, porque tu presencia nos da vida y porque esa vida es
maravillosamente hermosa gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor
Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi
alma, yo te agradezco con todo mi corazón por rescatar al mundo de las garras
de la maldad, por luchar nuestras batallas aun en contra de nuestras propias
malas decisiones, por ser la parte pura de la humanidad y por permitir que esa parte
venza todo lo que quiera hacernos daño. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi
adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito
adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario