PAGINA PRINCIPAL

domingo, 16 de abril de 2023

MI CARTA DOS MIL NOVECIENTOS DIEZ Y OCHO A DIOS

 


Buenos días, mi Dios adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2.918.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDE EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros, larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para hacer uso de uno de dos de los dones que tú me regalaste desde que nací y que en pocas ocasiones uso. Lo hago por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, el perdón y el olvido son dos dones espirituales que tú nos concedes a todos nosotros tus hijos alrededor del universo desde el lamento que nos permites nacer y venir a este mundo terrenal a disfrutar de todas las maravillas que creaste para nosotros.

Pero perdonar y olvidar, son, aunque son dos dones extraordinariamente hermosos que nos servirían para vivir mejor y para ser mejores los unos con los otros, son los que más dificultad nos produce ponerlos en práctica. Es por lo que, en el día de hoy, domingo 16 del mes de abril del año 2023, yo quiero dejar plasmadas mis palabras de perdón en esta tu carta para que nunca se me olviden todas las cosas que te he prometido perdonar y las cuales también te prometo olvidar. Te lo prometo por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Comienzo por mis padres, quienes lamentablemente ya no están en este mundo terrenal, prometo perdonar y olvidar todos los golpes que me dieron mientras crecía con los que ellos querían formarme y enseñarme a vivir bajo sus preceptos. Todos esos golpes que llenaron de dolor y de rencor a mi corazón y que, aunque desde hace mucho les perdone por eso, aún hay momentos en los que todavía los recuerdos. Te prometo perdonarlos de corazón y olvidarlos todos a partir de este momento. Te lo prometo por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, continuando con mis padres, y las cosas que me hicieron que aun puedo recordar, te prometo a partir de este momento, perdonar y olvidar aquella noche en la que me cerraron las puertas de su casa cuando recién separada de mi esposo, con dos pequeños niños en brazos y un bulto de ropa, los busque para pedirles ayuda y me dijeron que no. Te lo prometo por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te prometo perdonar y olvidar la vez que mi hermana mayor, a causa de sus celos, me tiro todas mis pertenencias a la calle, sacándome de su casa a mis y a mis hijos porque ya no me quería allí. Te lo prometo por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, te prometo perdonar y olvidar todas las veces en las que mi hermana mayor se quedó con cosas mías sin mi consentimiento, las veces en las que ella y su hijo le quitaron cosas a mis hijos y la vez en la que se aprovecharon de que mi hijo menor estuviera drogado y evadido de su realidad para quitarle todas sus pertenencias. Te lo prometo por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario