PAGINA PRINCIPAL

jueves, 9 de marzo de 2023

MI CARTA DOS MIL OCHOCIENTOS OCHENTA A DIOS



Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2880.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón, gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte tantas cosas. Te las digo por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, durante mucho tiempo yo sufrí, llore, me desesperé, me sentí terriblemente mal al escuchar las palabras hirientes de mis hijos, o las cosas que no quería escuchar de las bocas de mis hermanos y hermanas. Hasta hace poco yo no entendía que tu mi amadísimo señor Jesucristo me habías concedido el don de la sensibilidad y que ese don esta en mi porque es esa tu santísima voluntad, que yo lo tenga.

Hoy quiero decirte que me arrepiento de todo corazón por no ser capaz de entender mis sentimientos, por enojarme al sufrir, por no ser capaz de afrontar y de valorar los dones que tu mi amadísimo señor Jesucristo me regalas y que debo usar de la manera que tu decides y no de la manera que yo quiero.

Hoy quiero agradecerte particularmente por ese don que me regalaste, por hacer de mi una persona sensible, por permitirme maravillarme por lo más pequeño y llorar por lo que considero lástima el alma.

Las lágrimas que brotan de mis ojos provienen del mar de sentimientos que existen dentro de mi corazón, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo.

Hoy quiero decirte gracias por esos sentimientos que pones dentro de mi corazón, por los sentimientos de amor, por los sentimientos de alegría, por los sentimientos de maravillosa sorpresa y también por los sentimientos de dolor. Quiero agradecerte por las lágrimas que me das y que me ayudan a sacar afuera todas mis frustraciones.

Dios de mi vida, hoy también quiero pedirte perdón por demorarme tanto en entender y asimilar que todo lo que yo siento, lo que pienso, lo que expreso, lo que está dentro de mi ser y que me hace mejor persona, son los dones que tú me regalaste desde el día que me permitiste nacer y que debo no solamente comenzar a hacer huso de ellos, sino a sentirme feliz y agradecida por tenerlos. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario