Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2884.
Pero antes que
nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA
DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR
DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la
vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día,
gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con
todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te
amo, mi amor.
Y para cumplir
con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los
pecados que he cometido hasta hoy.
Y también quiero
suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros
corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga
vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial.
Dios de mi
vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy
quiero dedicar esta carta para hacerte las promesas por última vez esperando a
que, si es esa tu santísima voluntad, yo sea capaz de cumplirlas. Dios de mi
vida, hoy estoy aquí, sentada frente a ti, completamente arrepentida por
haberme pasado toda la vida vendiendo hasta mi manera de ser y de hablar por
mantener comida y techo. Completamente arrepentida por no tener ni siquiera un
peso en mi cuenta que me ayudara a irme de esta casa y comenzar de nuevo. Por
no tener ni la menor idea de que hacer y cómo hacerlo para darle un cambio
radical en mi vida que me haga recuperar la dignidad que me diste desde que
nací y que yo perdí desde hace muchísimo tiempo cuando me convertí en una mujer
mantenida.
Dios de mi
amor, hoy estoy completamente avergonzada por ser tan poquita en esta vida,
porque desde hace muchos años me dedique a ser una mujer mantenida y a dejar
que las personas me atropellen por no perder el dinero que me dan.
Dios de mi
cielo, hoy quiero poner por escrito estas promesas y poner todo de mi parte
para cumplirte con ellas a cabalidad.
Dios de mi corazón
yo te prometo que, a partir de hoy, me enfocare en buscar la manera en salir de
esta casa y dejar de ser una rémora mantenida, esperando que, si es esa tu santísima
voluntad, por favor tú me tomes de la mano para que me sea posible hacerlo. Te
lo prometo por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi
alma, te prometo no hablar más que para lo necesario, no opinar, no ser
partícipe de nada en esta casa para comenzar a acostumbrarme a vivir sola y a
dejar que la otra persona viva más tranquila. Te lo prometo por tu inmenso amor
mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, te prometo dejar todos mis miedos,
buscar trabajo con más empeño, buscar ayuda, hablar, salir y dejar mis miedos,
a partir de este momento. Te lo prometo por tu amor y te doy gracias, mi
adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito
adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario