PAGINA PRINCIPAL

domingo, 5 de marzo de 2023

CARTA DOS MIL OCHOCIENTOS SETENTA Y SEIS A DIOS



Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2.876.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo mi amor. 

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy. 

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros, larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, yo te agradezco con todo mi corazón, por devolverle la salud a mi hijo menor. Un día, yo te prometí que, cuando tu milagro se hiciera una realidad, y mi hijo se recuperara gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo, aunque él no quisiera hablarme y si eso le ayudaba para su salud mental, yo lo iba a aceptar con amor y sin dejarme llevar por la tristeza.

Dios de mi amor, hoy te reitero esa promesa mi Diosito adorado, tal vez mi hijo menor jamás vuelva a ser el mismo que era conmigo antes, tal vez ya nunca más me vuelva a llamar, y tal vez siga rechazando por siempre todas las llamadas que yo le hago, pero quiero que sepas que aunque esta situación me duela demasiado, yo acepto tu voluntad, porque tú eres el único que sabe cómo, cuándo y porqué y porque yo sé que mi hijo está bien gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo y yo voy a cumplir todas las promesas que te hago. Te agradezco con todo mi corazón, por darme la oportunidad de demostrarte a ti, que eres mi único amor, que todo lo que yo te prometo, te lo cumplo de verdad.

Dios de mi cielo, yo te prometo conservar la alegría dentro de mi corazón que me da la grandeza de tu inmenso amor y de tu divina presencia dentro de mi corazón, sin importar lo que pase. Sin importar si tengo o no las cosas materiales que necesito, porque nada tiene más valor para mí que tu inmenso amor.

Dios de mi corazón, prometo seguir luchando y tratando de aprovechar al máximo el valioso tiempo que me regalas a diario y te prometo que, cuando la tristeza, la desesperanza me agobien, cuando el desespero de las cosas que me falten, las cosas que me pasen o las cosas que me digan me aferraré a tu inmenso amor y no me dejaré caer, porque tu amor es mi fuerza y porque en tu amor confío por siempre y para siempre.  Te lo aprometo por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario