PAGINA PRINCIPAL

jueves, 26 de enero de 2023

MI CARTA DOS MIL OCHOCIENTOS TREINTA Y OCHO A DIOS



Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2838.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas manos el destino de todas nuestras peticiones. Dios de mi vida, en tus manos encomiendo la cita de revisión de mi marcapasos que gracias a ti tengo en el día de mañana y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección, antes, durante y después de que la cita termine con éxito, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, en tus manos encomiendo el temor y el miedo que me produce asistir a esa cita y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor los bendigas con tu amor, compañía y protección, este y todos los días de la maravillosa vida que me permites tener, disfrutar y conservar, para que esos temores y ese miedo se transformen la fe ciega que necesito para afrontar ese examen las veces que lo deba afrontar con la tranquilidad de saber que tu estarás siempre presente y que nunca permitirá que nada malo me pase ni antes, ni durante, ni después del tiempo que dure el examen. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, como tu bien sabes mi hijo Andrés quiere cambiarse del lugar donde vive en aras de ahorrar un poco para él y también para mí, es por lo que hoy quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor bendigas con tu amor, compañía y protección nuestra búsqueda.

Te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor bendigas nuestros pagos hasta el lugar en el que tu desees que mi hijo este, y que sea el más maravilloso lugar, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi corazón, en tus manos encomiendo la consecución de empleo para mi hijo menor y para mi misma y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección, este y todos los días de la maravillosa vida que nos permites tener, disfrutar y conservar, para que esa búsqueda sea exitosa, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario