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jueves, 1 de diciembre de 2022

MI CARTA DOS MIL SETECIENTOS OCHENTA Y DOS A DIOS


Buenas noches mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2.882.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo mi corazón, gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pescados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros, larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, yo te agradezco con todo mi corazón por abrirnos las puertas a mi hijo y a mí para que el pudiera moverse al nuevo lugar que él quería. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi amor, yo te agradezco con todo mi corazón por la nueva que le regalaste a mi hijo para recomenzar su vida de la manera que tú quieres que la recomience. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te agradezco con todo mi corazón por permitirme tener el dinero para apoyar a mis hijos con todas sus necesidades. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de corazón, yo te agradezco con el alma por tanto amor, porque ese tu inmenso amor es lo que verdaderamente nos sostiene en esta vida. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi alma, siempre te he repetido que decirte gracias no es suficiente para que tu sepas lo que significa tenerte a ti en nuestra vida, sentir tu divina presencia dentro de nuestros corazones y disfrutar de la calidez de tu inmenso amor cada día todos los días. Y es que en los tiempos más difíciles es cuando más siento que tú me amas mi amadísimo señor Jesucristo. En estos días de incertidumbre, cuando mi condición de humano temeroso de todo me hace llorar y caer en la desesperación, he sentido con más fuerza cuanto tú me amas y cuan grande es tu poder, ese poder que logra cambiar la apreciación humana por la confianza de ser hija de Dios. Te agradezco inmensamente por no dejarme sola y por hacerme sentir tu amor cuando las lágrimas llegan hasta mí. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, gracias por nunca abandonarme, y por no abandonar a ninguno de mis hijos en sus momentos más oscuros. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

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