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lunes, 26 de diciembre de 2022

MI CARTA DOS MIL OCHOCIENTOS SIETE A DIOS


Buenas tardes mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2.807.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA. 

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, que gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial, te amo, te amo, te amo mi amor. 

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy. 

Y también quiero suplicar te que, si es esa tu Santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros, larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. 

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, yo te agradezco con todo mi corazón por amarme tanto, porque es ese tu inmenso amor el que sostiene mi vida en aquellos momentos en los que las personas quieren herirme, destruirme, hacerme sentir mal. Como ser humano yo no sirvo para nada, pero como hija tuya yo soy demasiado valiosa. Y es que tu amor es mi fuerza, mi valentía y mi fuerza para enfrentarme a los problemas radica en tu inmenso amor, no soy yo quien lucha, eres tú mi amadísimo Señor Jesucristo quien lucha en mi lugar. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. 

Dios de mi amor, yo te agradezco con todo mi corazón por ayudarme a saber que tu estas en control de todo y de todos y que todo está bien con los seres que tú me diste para amar en este mundo, aunque yo no sepa nada de ellos. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. 

Dios de mi cielo, yo te agradezco de todo corazón por enseñarme a vivir dentro de la fe. Si no fuera por esta enseñanza tuya y porque me permitiste aprenderla y practicarla, yo no hubiera podido seguir viviendo tranquila con todos los problemas que he tenido que pasar este año, que fueron desencadenados por mis errores del pasado y que aún persisten.

Gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo, yo sigo aquí, firme, conservando mi vida y mi salud, sabiendo que un día esta larga pesadilla terminará y que todo será muchísimo mejor. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi alma, yo te agradezco con todo mi corazón por ayudarme a no dejarme llevar por la desesperación, a prestar oídos sordos a las palabras de las personas que dicen que todo va a estar mal, a no prestar oído incluso a mis mismas palabras de humano equivocado temeroso de todo que cuando no sabe nada de sus hijos se desespera. Gracias Dios de mi alma porque sin ti nada sería posible, sin tu amor la vida no valdría nada y sin mi fe en ti, yo no podría resistir nada de lo que me pasa a pesar de saber que todo lo que me pasa yo me lo busqué. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana. 

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