Buenas noches mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2.724.
Pero antes que
nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA
DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR
DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la
vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día,
gracias por todo mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con
todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo. Te amo, te
amo, te amo mi amor.
Y para cumplir
con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los
pecados que he cometido hasta hoy.
Y también
quiero suplicar te que, si es esa tu Santísima voluntad, además de llenar
nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros
larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu
amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi
vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy
quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, yo te
agradezco con todo mi corazón por permitirnos recibir y conservar todos los
milagros que nos regalas a diario.
Dios de mi
amor, a veces me parece tan increíble estar disfrutando en este momento de la
alegría de saber que gracias a ti y solo a ti mi amadísima Señor Jesucristo mi
hijo menor encontró la cura para todos sus padecimientos y gracias a ti está
aprovechando esa cura. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre
celestial.
Dios de mi
cielo, antes yo pensaba que el problema de mi hijo era nuevo, pero gracias a ti
y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo, me di cuenta de que su problema
viene desde hace mucho y que yo soy responsable de que él se haya metido en
drogas desde muy joven.
Gracias a ti y
solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo, este mal tiempo, que siendo tan corto
se me hizo tan largo, me ha mostrado la realidad, la verdad que siempre tuve
oculta en mi memoria y eso es gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor
Jesucristo.
Dios de mi
corazón, gracias por darme la oportunidad de volver al pasado para enfrentar
mis errores, gracias por permitirme arrepentirme de esos errores, gracias por
perdonar en mi esos errores y gracias por darme la oportunidad de enmendar esos
errores. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi
alma, gracias por enseñarle a mi hijo menor que el camino que había elegido no
era el mejor camino, gracias por perdonar en el todos los errores cometidos y
gracias por darle la oportunidad de dejar atrás todos esos errores y recomenzar
su vida llevado de tu mano. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado
padre celestial. Dios de mi vida, gracias por permitirnos dejar atrás a todas
esas personas que nos hicieron daño, gracias por mostrarnos la verdad, gracias
por enseñarnos a practicar el perdón de la misma manera que tu mi amadísimo
señor Jesucristo nos perdonas a todos nosotros tus hijos alrededor del universo
entero. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Te amo mi
Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.
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