Buenas
tardes mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo
para ti, la carta número 2736.
Pero
antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA
PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL
ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias
por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo
día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo
con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo,
te amo mi amor.
Y
para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón
por todos los pescados que he cometido hasta hoy.
Y
también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de
llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos regales a
todos nosotros, larga vida y salud. Física, mental y espiritual. Te lo suplico
por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios
de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma,
hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, yo te
agradezco con todo mi corazón por la semana que nos permitiste terminar con
vida y salud y por la nueva semana que llega, gracias a ti y solo a ti mi
amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado
padre celestial. Dios de mi amor, yo te agradezco con toda el alma por
bendecirnos a todos nosotros con la resistencia para afrontar este proceso tan
doloroso que pronto terminará gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor
Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios
de mi cielo, yo te agradezco con el alma por hacernos fuertes para seguir
luchando y valientes para dejar atrás el sufrimiento aprendiendo a vivir dentro
de la fe que tenemos en ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por
tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios
de mi corazón, yo te agradezco con el alma por permitirme estar comunicada con
mis hijos, por permitirme saber de ellos y saber que están bien gracias a ti y
solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi
adorado padre celestial.
Dios
de mi alma, gracias por protegernos de todo mal y peligro, gracias por estar
pendiente de todos nosotros tus hijos alrededor del universo entero
veinticuatro horas al día, siete días a la semana. Te lo agradezco por tu
inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios
de mi vida, yo te agradezco con todo mi corazón por sostenernos a todos
nosotros tus hijos alrededor del mundo entero, por curar nuestras heridas del
cuerpo y del alma, por ser nuestro soporte cada día, todos los días, por
perdonar nuestras faltas, por ayudarnos a pesar de que casi nunca te
obedecemos, por ser la voz de nuestras conciencias, por siempre estar atento a
nuestras necesidades y sobre todo por amarnos como nos amas y porque nunca
dejas de amarnos a pesar de que siempre te fallamos. Te agradezco todas estas
cosas por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.
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