Buenas noches
mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para
ti, la carta número 2751.
Pero antes que nada quiero
decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA Presencia DENTRO DE MI
CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER
LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida, gracias
por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo,
mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de
mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo mi amor.
Y para cumplir con una de las
tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he
cometido hasta hoy.
Y también quiero suplicarte
que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con
tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y
salud, física mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, Dios de mi
amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar
esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, yo te agradezco con todo mi
corazón, por haberle concedido a mi hijo menor el milagro de estar libre de las
enfermedades para las cuales se hizo los exámenes ayer, gracias a ti y solo a
ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi
adorado padre celestial.
Dios de amor, yo te agradezco
con todo mi corazón por curar todas las enfermedades del alma, por erradicar
nuestras penas y las tristezas y cambiarlas por la eterna felicidad que nos
produce saber que nos amas. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre
celestial.
Dios de mi cielo, yo te
agradezco con todo mi corazón por bendecirnos con tantos y tan enormes
milagros, milagros que solo tu nos puedes conceder y que hacen de esta vida una
maravilla, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo
agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi corazón, gracias por
lograr lo imposible y permitirnos ver esos logros, porque son esos tus manos
santos logros los que nos llenan de esperanza y nos ayudan a conservar la fe.
Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi alma,
yo te agradezco con todo mi corazón por permitirle a mi hijo menor mejorarse más
rápidamente cuando toma o fuma o consume las cosas que consumía y que antes le
duraban varios días. Gracias por abrir su conciencia y su entendimiento para
saber que debe dejar de hacer las cosas que el sabe que le hacen daño, gracias
por lograr erradicar de su mente y de su corazón todos los apegos a las
adicciones que le dañan su mente y le hacen perder la razón, las cosas, las relaciones,
los trabajos y todo lo demás que ha perdido. Gracias por lograr que lo imposible
fuera posible, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo
agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado,
gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.
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