Buenas tardes mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2667.
Pero antes que nada quiero decirte
gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR
SR MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida, gracias por la
salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón.
Gracias, gracias, gracias, mi amor. te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi
adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.
Y para cumplir con una de las tantas
promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he
cometido hasta hoy.
Y también quiero suplicarte que, si es
esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y
puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física,
mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de
mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para
pedirte perdón. Dios de mi vida, yo te suplico con mi alma y con mi corazón que,
si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por todas las cosas y
las palabras feas que mi hijo menor dice que yo le decía a diario. Esa palabra
horrible que no me gusta ni escuchar, ni leer, ni pronunciar. Yo te suplico
que, si eso fue verdad, porque tú sabes que es honesta mi falta de memoria al respecto
porque no puedo recordar eso de lo que mi hijo me acusa, por favor me perdones,
que me perdones y me ayudes a perdonarme a mí misma, que me perdones oh, mi amadísimo
señor Jesucristo y le ayudes a mi hijo menor a perdonarme a mí. Te lo suplico
por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi amor, yo te suplico de todo corazón
que por favor me perdones por mi cobardía, porque mi única fuerza radica en tu
inmenso amor, porque por mí misma yo no soy capaz de nada, no sirvo para nada,
no he logrado nada. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado
padre celestial.
Dios de mi cielo, yo te suplico que, si
es esa tu santísima voluntad, por favor le perdones a mi hijo menor sus
constantes caídas, yo sé que tú lo amas y que la única razón por la que aún sigue vivo y saludable es porque tu estas cuidando de él. Te lo suplico por tu
amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi corazón, yo te suplico que,
si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por mis constantes caídas,
por mis lágrimas de desconsuelo, por mis desesperaciones. Te lo suplico por tu
amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Oh, mi adorado Dios de mi alma, yo te
suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por no
haber sido una buena madre, por haber huido de los problemas en lugar de
enfrentarlos, por no haber sido una buena hermana, ni una buena compañera, ni
una buena esposa, ni tampoco una buena hija. Te lo suplico por tu amor y te doy
gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, en tus manos
encomiendo este día para todos nosotros, pana mis tres hijos y sus familias,
para mi esposo y su familia, para mí misma y mis animales y para todos nosotros
tus hijos alrededor del mundo entero y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad,
por favor nos bendigas con tu amor, compañía y protección, por siempre y para
siempre. Por favor nunca nos abandones. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por
todo lo que me has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario