PAGINA PRINCIPAL

lunes, 22 de agosto de 2022

MI CARTA DOS MIL SEISCIENTOS OCHENTA Y UNO A DIOS



Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2681.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas manos el destino de todas nuestras peticiones. Dios de mi vida, sé qué hace mucho tiempo, casi todos los días, yo te pido lo mismo. Y sé que es falta de fe, pedir y pedir y no ver que tu estas en control, que las cosas están mejor, que no se mueve una hoja sin que sea tu santa voluntad y que lo que está pasando ahora con mi hijo es lo que debe pasar para que el este mejor. Hoy quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor erradiques de mi vida el desespero que siento al escuchar a mi hijo así y me ayudes a meterme más en mi fe, en una fe tan ciega y enorme que me dé la certeza de saber que, aunque en este momento mi hijo parezca estar peor, tú has obrado el milagro y pronto esto se acabará. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dos de mi amor, en tus manos encomiendo a mi hijo menor Andrés y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor lo perdones por las malas decisiones que está tomando ahora, porque el en realidad no sabe ni lo que hace, ni lo que dice. Te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor no lo dejes caer en la tentación y que, si es esa tu santísima voluntad, por favor nunca lo dejes solo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, en tus manos encomiendo esta situación que me ha superado por completo y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor la tomes en tus sagradas manos y la soluciones en mi lugar, cuando, donde y como tu solo sabes se debe solucionar. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, en tus manos encomiendo mi manera de actuar, de hablar, de vivir y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me guíes, me muestres el camino, me digas que hacer y cómo hacerlo y me permitas escuchar tus consejos y seguir tus recomendaciones. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario