PAGINA PRINCIPAL

lunes, 1 de agosto de 2022

MI CARTA DOS MIL SEISCIENTOS SESENTA A DIOS



Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2660.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas manos el destino de todas nuestras peticiones. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, como tu bien sabes mi hijo menor esta con la idea de irse para Bogotá, y obviamente necesita que yo le ayude para su viaje, para su hotel y para su mantenimiento mientras este allá. Como tú sabes, ahora solo me queda algo de dinero del que mi esposo me dio para comprar el computador y en realidad, a mí no me importaría gastarlo todo si con eso ayudo a mi hijo. Pero lo que quisiera pedirte, suplicarte oh, mi adorado padre celestial, es que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me hagas saber si ese viaje es bueno para mi hijo en las circunstancias en las que él se encuentra ahora. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo sé que tú le hiciste el milagro de sacarlo de las drogas y que ahora él tiene más conciencia de sus actos, gracias a ti y solo a ti mi adorado padre celestial. Es por lo que te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, y él puede viajar a Bogotá, por favor lo bendigas con tu amor, compañía y protección, para que todo lo que él piensa que va a obtener allá lo consiga, pero por sobre todas las cosas del mundo, para que tu mi amadísimo señor Jesucristo, lo libres de todo mal y peligro, por siempre y para siempre. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, tú sabes que yo tengo mucho miedo de lo que le pueda pasar a mi hijo sin saber si come o no, o si tiene la cordura suficiente para cuidar de sí mismo, y en este punto solo quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me ayudes para saber qué hacer y si tú decides que él puede y debe irse a Bogotá, por favor me ayudes a cerrar los ojos y confiar ciegamente en ti para saber que este donde mi hijo esté, tú lo vas a proteger. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario