Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2659.
Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU
INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE
ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias
por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias,
gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi
adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.
Y para cumplir con una de las tantas promesas que
te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.
Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima
voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor
nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te
lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo,
Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte
gracias. Dios de mi vida, hoy quiero agradecerte inmensamente por enseñarme a
vivir un día a la vez. Y es que gracias a ti mi amadísimo señor Jesucristo,
apenas ahora aprendo a darte gracias por cada nuevo día de vida que nos regalas
a diario. Aprender, gracias a ti a saber que vivir un día a la vez, es la
manera de saber que cada día trae su afán, que cada día es un regalo y que ese
regalo viene de tus sagradas manos. EL vivir y agradecer el día de hoy, cada día,
me hace valorar mas la vida que tu me regalas con ese amor tuyo que llena mi corazón
de alegría. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi amor, te agradezco de todo corazón por
un nuevo día de vida para todos nosotros tus hijos alrededor del mundo entero.
Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi cielo, yo te agradezco de todo corazón por
todas las enseñanzas de vida que me has dado. Por enseñarme a entender la
realidad de la vida, de las relaciones humanas, de las carencias que todos tenemos
y de todo lo que nos falta para ser mínimamente merecedores de llamarnos tus
hijos. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi corazón, yo te agradezco con el alma por
ayudarme a visualizar la verdad, una verdad que tu me revelaste desde el primer
día cuando llegué a este país y que yo, como humano equivocado, quise siempre
ocultarme a mi misma. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre
celestial.
Dios de mi alma, gracias, por permitirnos llegar a
un nuevo día, por permitirnos estar saludables para disfrutar este día, por
ayudarnos a dejar el día de ayer en el pasado, vivir en el presente este día y
no perder la esperanza de que el día de mañana, será mejor que el día de hoy.
Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que
me has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario