PAGINA PRINCIPAL

sábado, 2 de julio de 2022

MI CARTA DOS MIL SEISCIENTOS TREINTA A DIOS

 


Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2630.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, lo más difícil para un ser humano es creer que existen los milagros a pesar de que nosotros mismos somos un milagro, un milagro del amor tan grande que tu nos tienes. Vivir es un milagro, existir es el milagro mas hermoso y generoso que recibimos de tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Gracias por la vida que nos das mi amadísimo señor Jesucristo, gracias por permitirnos existir en este mundo maravilloso que tu tan amorosamente creaste para todos nosotros tus hijos alrededor del universo entero. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo te agradezco con todo mi corazón por permitir que mi hijo Andrés se levante cada día a luchar por su vida, por abrir su conciencia y su corazón, por ayudarlo a seguir adelante a pesar de la tristeza que hay en su corazón y que aun no ha podido superar. Gracias por bendecirlo con el enorme milagro de tus amorosos cuidados, esos cuidados que están sanando su cuerpo, su corazón y su alma. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te agradezco con todo por sanar todos los problemas que yo tengo en mi estómago, por enseñarme a comer sin miedo, por ayudarme a que todo se mejore día a día. Oh, Dios de mi alma, gracias por cuidarnos con tanto amor a todos nosotros, a mis hijos, a mi esposo, a mis animales y a mi misma. Te agradezco todas estas cosas por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, yo te agradezco con el alma por cada día de vida que nos regalas a diario, por sostenernos a todos nosotros, por recibir sobre tus espaldas el peso de todas nuestras equivocaciones para que a nosotros se nos haga mas liviana la vida. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi alma, yo te agradezco con el alma por tanto amor y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, que por favor siempre nos sigas amando y bendiciendo con tu divina presencia dentro de nuestros corazones para que nuestra vida siga siendo maravillosamente hermosa gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario