PAGINA PRINCIPAL

viernes, 22 de julio de 2022

MI CARTA DOS MIL SEISCIENTOS CINCUENTA A DIOS



Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2650.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón, gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy. 

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros, larga vida y salud, física, mental y espiritual, te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para pedirte perdón. Dios de mi vida, yo te suplico con todo mi corazón que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por todas las palabras malas e hirientes que les dije a mis hijos a lo largo de su existencia y que les dañaron sus mentes y lastimaron sus corazones. Esas palabras que ahora recuerdan con más fuerza y que provocaron todo ese odio, rencor, y desaprobación y completo alejamiento de mis hijos hacia mí. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo te suplico de todo corazón por todo lo malo que yo haya hecho y que le impide a mi hijo enfocarse en su completa recuperación. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te suplico con todo mi corazón que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones y permitas que mi hijo menor olvide todas mis ofensas para que siga adelante con su vida, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, yo te suplico con todas las fuerzas de mi alma que por favor me perdones y me ayudes a perdonarme a mí misma, para ya no seguir amarrando tus bendiciones. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi alma, yo te agradezco con todo mi corazón por tu benevolencia y tu amor y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por todas las cosas de las que yo sea culpable y que llevaron a mi hijo a meterse en las drogas. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, tú sabes que yo en realidad no recuerdo haberle dicho a mi hijo en muchas ocasiones que era un, esa palabra que no pienso repetir ni escribir nunca, pero si fue así, yo te suplico con todo mi corazón que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por eso, porque con eso no solo estaba hiriendo a mi hijo sino también estaba ofendiéndote a ti oh mi amadísima señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado, hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario