Buenos días mi Diosito adorado, hoy
estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2626.
Pero antes que nada quiero decirte
gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR
SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida, gracias por la
salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón,
gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi
adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.
Y para cumplir con una de las tantas promesas
que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta
hoy.
Y también quiero suplicarte que, si es
esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y
puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física,
mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado
padre celestial.
Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de
mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para
decirte gracias. Dios de mi vida, yo te agradezco con toda mi alma por
permitirme vivir en la fe, por mantener esa fe en ti inquebrantable, por
ayudarme a demostrarte mi fe y mi confianza en ti, gracias porque mi fe en ti
es la que me da la certeza de que tu sonrisa es el aliento que necesito para
levantar la cabeza y continuar. Lo que necesito para ser feliz a pesar de la
tristeza. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi amor, yo te agradezco con el
alma por todos estos milagros de amor que me regalas a diario. Milagros de amor
que recibo de tus sagradas manos cada día, todos los días, a cada momento, en
cada lugar, a cada instante desde que naci. Te lo agradezco por tu inmenso amor
mi adorado padre celestial.
Dios de mi cielo, yo te agradezco con
todo mi corazón por premiarme todos los días con la practica de mi fe y hacerme
entender que, mientras mas grande es mi fe, mas grande son los milagros que me
concedes mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi
adorado padre celestial.
Dios de mi corazón, gracias, gracias,
gracias, gracias, por permitirme saber que mi hijo esta bien, por permitirle a
el comunicarse conmigo y por permitirnos a ambos encontrar la manera de
perdonar todas las ofensas recibidas y entregadas. Te lo agradezco por tu inmenso
amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi alma, yo te agradezco con el
alma y con mi corazón por cuidar de todos nosotros con tanto amor, tanta ternura,
tanta dedicación. Por permitirnos recibir ese amor tan enorme que solo podemos
encontrar en tu corazón. Gracias por perdonar en mí las ofensas que les hice a
mis hijos, por perdonar en mi todos mis errores y por premiarme con hacerme
saber que mi hijo Andrés esta bien y que tu lo has sacado del lugar en el que
estaba. Solo tu mi amadísimo señor Jesucristo puedes lograr tan enorme milagro.
Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por
todo lo que me has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario