Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2615.
Pero antes que nada quiero decirte
gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR
SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida, gracias por la
salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón.
Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi
adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.
Y para cumplir con una de las tantas
promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido
hasta hoy.
Y también quiero suplicarte que, si es
esa tu santísima voluntad, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y
salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de
mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte
gracias. Dios de mi vida, hoy te agradezco con el alma y con todo mi corazón por
ayudarme a vivir en la fe que te tengo, por enseñarme y ayudarme a poner esa fe
por encima de todo y de todos. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado
padre celestial. Dios de mi amor, tu sabes que llevo muchos días temiendo lo
peor con respecto a mi hijo menor, como ser humano temeroso, cada vez que
pienso en el me imagino lo peor. Pero todas esas veces, mi fe en ti ha vencido
a mis miedos gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo, y eso es
lo único que me ha permitido seguir viviendo sin caer en la desesperación. Te
lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi cielo, hoy mas que nunca me
entrego a ti, te entrego mi vida, mi mundo, mis pensamientos, mis acciones, mis
dolores, mi llanto, mi tristeza y también la alegría que me da saber que eres
mi padre y que me amas como nadie mas puede amarme. Y te digo gracias por
cuidar de mi con tanto amor, por cuidar de esos hijos que me diste para amar en
ese mundo, por cuidar de ese esposo que me diste para acompañar mis días, por
cuidar de los hermanos y hermanas que me regalaste para hacer parte de mi
familia y por cuidar a todos nosotros tus hijos alrededor del universo entero
con un amor tan grande y puro. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado
padre celestial.
Dios de mi corazón, te agradezco con el
alma y con todo mi corazón por estar luchando las batallas de mi hijo menor,
por estar ahí junto a él protegiéndolo, alentándolo, ayudándolo, sacándolo del
hoyo. Gracias por amarlo tanto y por no cansarte de amarlo. Gracias por hacer
todo por el y por conservar su vida, gracias por darle un sentido real a su existencia
y por ayudarlo a mejorarse a sí mismo a través de tu extraordinario amor. Te lo
agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi alma,
gracias, gracias, gracias, por bendecir al mundo con tu amor, por llenar de alegría
nuestros corazones, por permitirnos ver lo hermoso del mundo que nos regalaste
y conservas para nuestro deleite. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi
adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por
todo lo que me has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario