Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2574.
Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU
INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE
ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por
regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias,
gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi
adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.
Y para cumplir con una de las tantas promesas que
te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.
Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima
voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor
nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual.
Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo,
Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte
gracias. Dios de mi vida, quiero agradecerte infinitamente por enseñarme a
comprender que, aunque los problemas humanos parezcan imposibles de resolver, tu
amor lo hace posible todo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre
celestial. Dios de mi amor, yo te agradezco de todo corazón por enseñarme que,
tu amor es lo más grande e importante en mi vida y que no importa si los seres
humanos no me valoran o me maltratan, porque para mí es más valioso, grande e
importante tu amor, que lo que yo pueda sentir cuando un hijo me habla mal,
cuando mi esposo me habla mal o cuando cualquier ser querido habla mal de mi o
se aleja de mí. En verdad te agradezco oh, mi amadísimo Señor Jesucristo por
enseñarme a ponerte a ti y a tu inmenso amor, por encima de todo y de todos. Te
lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi cielo, yo te agradezco de todo corazón por
enseñarme a vivir en la fe, procurar para mí el afianzamiento de esa fe cada día
todos los días, ayudarme a no perder mi fe en ti sin importar nada y, sobre
todo, sostenerme entre tus brazos para que nunca desfallezca. Te lo agradezco
por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi corazón, yo te agradezco con el alma,
por enseñarme a amarte, por permitirme amarte, por ayudarme a vivir dentro de
ese tu inmenso amor y por amarme tanto. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi
adorado padre celestial.
Dios de mi alma, yo te agradezco de todo corazón por
ser mi luz, mi guía, mi amor, todo en mi vida. Gracias por llenar mi alma con
la felicidad que necesito para vivir en este mundo y resistir todos los
momentos malos, regulares y buenos. Gracias por convertir mi tristeza en alegría
y por permitirme conservar esa alegría dentro de mi corazón a pesar de que el
mundo de afuera se esté cayendo a pedazos. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi
adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que
me has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario