PAGINA PRINCIPAL

miércoles, 18 de mayo de 2022

MI CARTA DOS MIL QUINIENTOS OCHENTA Y CINCO A DIOS


Buenos días, mi Dios adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2585.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón, te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy. 

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para pedirte perdón. Dios de mi vida, yo te suplico con todo mi corazón, por todas las cosas horribles que les hice a mis hijos cuando eran unos niños por lo que ahora me desprecian. Te lo suplico, si por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi amor, yo te suplico con todo mi corazón que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por todas las cosas horribles que mi hijo menor dice que yo le hice cuando era pequeño y que lamentablemente yo no puedo recordar. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te suplico con todo mi corazón que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por lo mala madre que fui, por no saber cuidar de mis hijos de la manera correcta, por todos los errores que cometí y que aun cometo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones porque nunca supe comunicarme con mis hijos de la manera que debía. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi alma, en tus manos encomiendo a todos mis hijos y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor los bendigas con tu amor, compañía y protección, este y todos los días de esa maravillosa vida que les permites tener, conservar y disfrutar. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por no cumplir las promesas que hago y por hablarle a mi hijo a pesar de prometer no hacerlo. Te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por no saber dejar todo en tus sagradas manos sin interferir. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de amor, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor perdones a mi hijo y ayudalo a seguir adelante dejando el pasado atrás. Enseñale a perdonarse a si mismo y permítele que me perdone para que pueda superar todos esos traumas de la niñez que yo le provoqué y que le hicieron tanto daño. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario