MI CARTA DOS MIL QUINIENTOS CINCUENTA Y SIETE A DIOS

Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2557.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amos, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy. 

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, cada día, todos los días, tu mi Diosito adorado abres los cielos para inundar al mundo con bendiciones de amor, bendiciones que llenan a los corazones de todos nosotros tus hijos alrededor del universo entero. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo te agradezco de todo corazón por bendecir a mis hijos, por ayudar a mis hijos, por amar a mis hijos, que son tus hijos, con tanto amor y cariño. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, decirte gracias no alcanza para expresarte mi agradecimiento, no alcanza para que sepas cuan feliz se siente mi corazón al recibir de tus sagradas manos tantos milagros de amor. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, yo te agradezco de todo corazón por bendecir a mi hijo con la capacidad para escuchar tus palabras, para entender tus palabras, para asimilar tus palabras y para poner en práctica tus palabras de amor que le regalas a diario.  Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi alma, yo te agradezco de todo corazón por haber puesto dentro del corazón y la mente de mi hijo menor la capacidad para cambiar todo aquello que le hace daño. Gracias por seguir protegiendo a mi hijo con tanto amor, por obrar en él y permitir que el salga de todas las cosas que lo atan a un mundo equivocado. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, gracias por cuidar de mis otros dos hijos, de mi hijo mayor, mis nietos y su compañera de vida. De mi hija menor, su esposo y su gatita. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi amor, gracias por protegernos a todos nosotros, por cubrirnos con el manto sagrado de tu inmenso amor, cada día, todos los días. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.