PAGINA PRINCIPAL

sábado, 26 de febrero de 2022

MI CARTA DOS MIL QUINIENTOS CUATRO A DIOS


Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta 2505.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo mi corazón, gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor nos regales a todos nosotros larga vid y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, te agradezco de todo corazón por los enormes milagros que me permitiste recibir de tus sagradas manos en el día de ayer y por todos los demás milagros que me has regalado en el transcurso de esta maravillosa vida que me permites tener, disfrutar y conservar. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, gracias por el milagro de haber abierto los caminos por donde teníamos que pasar para llegar hasta la ciudad a pesar de estar en plena tormenta de lluvia y nieve. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te agradezco de todo corazón por el milagro de protegernos antes, durante y después de esa tormenta para que nada malo nos pasara. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, gracias por el milagro de permitir que no hubiera tráfico para que nosotros pudiéramos llegar a nuestro destino sin ninguna dificultad. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi alma, gracias por regalarnos el milagro de mejorar las condiciones del clima, del trafico y concedernos todo lo que necesitábamos para que nuestra llegada y estadía fueran maravillosamente perfectas. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, gracias regalarme el enorme milagro de ingresar a las instalaciones del edificio federal sin ninguna complicación para mi marcapasos y para mi corazón a pesar de que la guardia me puso el scanner en mis piernas. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi amor, yo te agradezco de todo corazón por el enorme milagro de permitirme estar sentada en esa oficina con tanta gente y rodeada de tantas cosas y, aun así, sentirme maravillosamente bien. Te lo agradezco de todo corazón mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te agradezco de todo corazón por haberme concedido el milagro de tener a un oficial amable, de entender todo lo que me dijo, de responder bien las preguntas y de continuar ahí a pesar de que mi corazón latía demasiado. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, yo te agradezco infinitamente por regalarme el enorme milagro de conseguir la ciudadanía, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Pero por sobre todas las cosas Dios de mi alma, yo te agradezco de todo corazón por esta ahí, junto a mí, acompañándome, ayudándome, llenándome con tu amor y siendo el escudo protector para mi corazón. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario