PAGINA PRINCIPAL

domingo, 27 de febrero de 2022

MI CARTA DOS MIL QUINIENTOS CINCO A DIOS


Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2505.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón, mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor. 

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros, larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas manos el destino de todas nuestras peticiones. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, en tus manos encomiendo el conflicto armado entre Rusia y Ucrania y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor lo bendigas con tu amor, compañía y protección, para que termine de la manera que tu mi amadísimo Señor Jesucristo, decidas que termine. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi amor padre celestial.

Dios de mi amor, en tus manos encomiendo todas las guerras del mundo, los problemas, las discusiones, las peleas y te suplicó que, si es esa tu santísima voluntad, por favor las bendigas con tu amor, compañía y protección para que sean erradicadas del mundo.  Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, en tus manos encomiendo los deseos de cambio de mi hijo Andrés, su fuerza de voluntad para cambiar y sus ganas de dejar todas las cosas que él sabe que le hacen daño y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor las bendigas con tu amor, compañía y protección, este y todos los días de esa maravillosa ida que le permites tener, disfrutar y conservar. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, en tus manos encomiendo a mi esposo Guadalupe, sus rabias, su manera violenta de responder a las preguntas que le hago y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor las bendigas con tu amor, compañía, para que desaparezcan para siempre de esa maravillosa vida que le permites tener, conservar y disfrutar. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi alma, en tus manos encomiendo mi manera de expresarme, mi forma de hablar y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección para que mejore cada día. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario