Buenos días mi Diosito adorado, hoy
estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2453.
Pero antes que nada quiero decirte
gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR
SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida, gracias por la salud,
gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias,
gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi
adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.
Y para cumplir con una de las tantas
promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he
cometido hasta hoy.
Y también quiero suplicarte que, si es
esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y
puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física,
mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado
padre celestial.
Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de
mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas
manos el destino de todas nuestras peticiones. Te lo suplico por tu amor y te
doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, en tus manos
encomiendo la salud de mi hijo Andrés Felipe y te suplico que, si es esa tu santísima
voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección, antes de su
viaje a San Andrés, durante su viaje en San Andrés y después de su regreso a
casa en Medellín. La bendigas este y todos los días de su maravillosa vida. Te
lo suplico por tu amor y te doy gracias mi adorado.
Dios de mi amor, en tus manos
encomiendo las dolencias de mi hijo Andrés Felipe y te suplico que, si es esa
tu santísima voluntad, por favor las bendigas con tu amor, compañía y protección
antes, durante y después de que gracias a ti y solo a ti mi Diosito adorado,
estas desaparezcan para siempre del organismo de mi hijo Andrés. Te lo suplico
por tu amor y te doy inmensas gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi cielo, en tus manos encomiendo
también a mi hijo Fabian y a mi hija Johana y te suplico que, si es esa tu santísima
voluntad, por favor los bendigas con tu amor, compañía y protección, este y
todos los días de su maravillosa vida. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial.
Dios de mi corazón, en tus manos
encomiendo el examen de manejo que tiene mi esposo Guadalupe en el día de hoy y
te suplico que, si esa tu santísima voluntad, por favor lo bendigas con tu amor,
compañía y protección, antes, durante y después de que termine. Te lo suplico
por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de alma, en tus manos encomiendo
este y todos los días de esa vida maravillosa que tu amor nos permite tener y
conservar. Te lo suplico por tu amor y te doy inmensas gracias, mi adorado
padre celestial. Dios de mi vida, quiero darte un agradecimiento especial en
este día, por haberme bendecido con el milagro de la recuperación total de mi
salud, por haber erradicado de mi organismo a ese virus que me atacó y, sobre
todo, porque durante toda mi convalecencia tu no me dejaste sola ni un
instante. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario