MI CARTA DOS MIL CUATROCIENTOS SETENTA Y SEIS A DIOS

Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2476.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas manos el destino de todas nuestras peticiones. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, en tus manos encomiendo la tormenta de nieve que cae en casi todos los estados de Estados Unidos de América y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección, antes, durante y después de que termine. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, en tus manos encomiendo a todas las personas que están pasando por esta tormenta, por los que estamos en la casa, protegidos del frio, gracias a ti y por los que tienen que salir de sus casas por cualquier razón, te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor nos bendigas a todos nosotros con tu amor, compañía y protección, antes, durante y después de que la nieve se vaya. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, en tus manos encomiendo el frio de este y de todos los días y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor lo bendigas con tu amor, compañía y protección, antes, durante y después de que se termine. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, en tus manos encomiendo nuestra vida y nuestra salud, y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor las bendigas con tu amor, compañía y protección, este y todos los días de la maravillosa vida que nos permites tener y disfrutar. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi alma, en tus manos encomiendo todo el temor del mundo y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor lo bendigas con tu amor, compañía y protección, este y todos los días, por siempre y para siempre, para que nuestra vida, con tu ayuda, sea más llevadera. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.