Buenos días mi Diosito adorado, hoy
estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2446.
Pero antes que nada quiero decirte gracias,
POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI
PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida. gracias por la
salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón.
Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi
adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.
Y para cumplir con una de las tantas
promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido
hasta hoy.
Y también quiero suplicarte que, si es
esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y
puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física,
mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado
padre celestial.
Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de
mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de
mi vida, yo te agradezco de todo corazón porque cada cosa que tú haces en el
mundo es un milagro. Un milagro que recibimos de tus manos como prueba fehaciente
del inmenso amor que nos profesas a todos nosotros tus hijos alrededor del
universo entero. Abrir los ojos cada mañana, es un milagro. Estar vivos es un
milagro, tener salud es un milagro. Poder moverme es un milagro, poder hablar
es un milagro, poder reírme, sentir amor, son todos milagros inigualables que
solo pueden ser creados por ti mi amadísimo Señor Jesucristo.
Gracias por hacer de este mundo un
pequeño, gran milagro, gracias por crear para nosotros tantas maravillas y,
sobre todo, gracias por el mejor, mas grande y mas preciado milagro, Tu inmenso
amor mi adorado padre celestial.
Hoy quiero agradecerte por la vida y la
salud, la mía propia, la de mis hijos Andrés, Fabian y Johana, la de mis
nietos, Jacobo y Juan José, la vida y la salud de mi esposo Guadalupe, la de su
hija, su hermano, su hermana y sus familiares. La vida y la salud de mi gato y
de mi tortuga y de todos los animales que conozco y también de los que no conozco.
La vida y la salud de mis familiares, hermanos, hermanas, sobrinos y sus
descendientes. Te agradezco por la salud y la vida de todos los seres que me
diste para amar en este mundo, de los seres que me permitiste conocer, de todos
aquellos que no conozco y de todos nosotros tus hijos alrededor del mundo. Te
lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi amor, gracias por sostener
este mundo con tu inmenso amor, por preocuparte por satisfacer las necesidades
de todos y cada uno de nosotros tus hijos. Gracias por llenar al universo con
la gracia de tu inmenso amor y gracias, de verdad gracias porque ese tu inmenso
amor nunca se termina. Siempre te digo mi adorado padre celestial, que, aunque
no soy merecedora de tanto amor, te agradezco con todo mi corazón por bendecirme
cada día, todos los días, con ese amor que llena mi existencia de luz perpetua
y que mantiene llena de dicha mi alma. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi
adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario