Buenos días mi Diosito
adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta
número 2412.
Pero antes que nada
quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE
MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER
LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida,
gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por
todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las
fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi
amor.
Y para cumplir con
una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los
pecados que he cometido hasta hoy.
Y también quiero
suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros
corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros
larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te
doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, Dios
de mi amor, Dios de mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para
decirte gracias. Dios de mi vida, yo te agradezco de todo corazón por darme la
oportunidad de enviarle el video a Fabian, mi hijo mayor. Gracias por darme la
oportunidad de llamarle y de hablar con él y muchas gracias por regalarme la oportunidad
de perdonar las ofensas y ser perdonada por lo que yo ofendí. Te lo suplico por
tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi amor, te
agradezco de todo corazón por darme el valor para enfrentarme a todos los
momentos de miedo y por enseñarme a vivir con mas fe y con menos miedo. Te lo
agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi cielo, yo
te agradezco de todo corazón por la vida que nos regalas a todos nosotros tus
hijos alrededor del Universo entero, gracias porque esa vida proviene de tu
inmenso amor. Gracias por conservar para nosotros esa vida y gracias por
permitirnos permanecer en este mundo maravilloso que creaste con tanto amor, durante
mucho tiempo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi corazón,
yo te agradezco de todo corazón por las lagrimas que brotan de mis ojos muy frecuentemente,
porque esas lagrimas no solo liberan a mi corazón del dolor que siento algunas
veces, sino que también representan los innumerables momentos de felicidad que
tu mi Diosito adorado me permites tener en esta vida. Te lo agradezco por tu
inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi alma, gracias
por ser mi padre, gracias por regalarme tanto amor, gracias por hacerme sentir
ese amor y muchas gracias por bendecirme con la valiosa oportunidad de devolverte
con acciones, aunque sea una mínima parte de ese amor que recibo de tus sagradas
manos. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario