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martes, 19 de octubre de 2021

MI CARTA DOS MIL TRESCIENTOS SETENTA Y CUATRO A DIOS

 


Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2374.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para pedirte perdón. Dios de mi vida, ayer en la tarde, llegaron a mi mente recuerdos de mi pasado, recuerdos que había olvidado. como sabes yo no tengo ninguna amiga, o amigo verdadero en este mundo humano y yo siempre he justificado el hecho de no tener amigos o amigas, porque en este mundo no hay nadie en quien confiar o con quien contar verdaderamente. Pero ayer, después de recordar mi comportamiento hacia mis amigos del pasado, me di cuenta de que en realidad yo era la que no era digna de confianza.

Y es por lo que hoy quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por mi falta de lealtad. Por las veces que traicione a mis amigas o amigos, por haber sido esa persona que quería todo lo que mis amigas tenían, incluso sus novios. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por las demás cosas que hice en contra de mis amigos, amigas, hermanos o hermanas, que ahora no logre recordar. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, antes de terminar esta carta quiero aprovechar para agradecerte infinitamente por haberle permitido a mi hijo mayor Fabian y a su compañera de vida el disfrutar de su paseo por Cancún y regresar a su hogar sanos y salvos. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, también quiero aprovechar esta carta para suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me bendigas con tu amor, compañía y protección, antes, durante y después de ir a la casa de la señora Teresa a realizar el trabajo de limpieza el día de hoy. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi alma, en tus manos encomiendo el trabajo conjunto de mi esposo Guadalupe y yo y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor nos bendigas con tu amor, compañía y protección, antes, durante y después de realizarlo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

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