Buenos días mi Diosito
adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta
número 2373.
Pero antes que nada
quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE
MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER
LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida, gracias
por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo,
mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de
mi corazón mi adorado padre celestial.
Y para cumplir con
una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los
pecados que he cometido hasta hoy.
Y también quiero suplicarte
que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con
tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y
salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, Dios
de mi amor, Dios de mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para
decirte gracias. Dios de mi vida, yo te agradezco de todo corazón por la semana
que se fue, que nos permitiste vivir amparados con la grandeza de tu inmenso
amor, compañía y protección. Por todo lo que aprendimos durante esa semana que
ya se fue, por las cosas que cambiamos para bien, por aquellas que dejamos atrás
gracias a ti y solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu
inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi amor, yo
te agradezco de todo corazón por esta nueva semana que comienza para todos
nosotros tus hijos alrededor del universo, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo
Señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre
celestial.
Dios de mi cielo, yo
te agradezco de todo corazón por permitir que mi hijo Fabian y su compañera de
vida, estén pasando unos días de descanso en Cancún, amparados con la grandeza
de tu inmenso amor, compañía y protección. Te lo agradezco por tu inmenso amor
mi adorado padre celestial.
Dios de mi corazón,
yo te agradezco de todo corazón por estar dentro de mi alma, por permitirme
sentir esa tu divina presencia. Gracias por estar dentro de mi cuerpo, cuidando
de él, protegiéndolo de todos los peligros a los que yo lo expongo cuando como
cosas que no debo comer. Te o agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre
celestial.
Dios de mi alma, yo
te agradezco de todo corazón por todo el amor que recibo de tu corazón al mío,
porque ese tu inmenso amor cubre de gloria mi existencia, porque ese tu inmenso
amor, me da la verdadera felicidad. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi
adorado padre celestial. Dios de mi vida, en tus manos encomiendo este y todos
los días de mi maravillosa vida y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad,
por favor me bendigas con tu amor, compañía y protección, por siempre y para
siempre. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.
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