Buenos días mi Diosito
adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta
número 2366.
Pero antes que nada
quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE
MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER
LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida,
gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias
por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las
fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial.
Y para cumplir con
una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los
pecados que he cometido hasta hoy.
Y también quiero
suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros
corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros
larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te
doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, Dios
de mi amor, Dios de mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para poner
en tus sagradas manos el destino de todas nuestras peticiones. Te lo suplico
por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, en
tus manos encomiendo mi memoria y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad,
por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección, este y todos los días
de mi maravillosa vida, por siempre y para siempre, por toda la eternidad. Te
lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi amor, ya
van varias ocasiones en las que he olvidado regresar al sitio web donde monto
mis cartas para ti a actualizar las vistas y eso me hace pensar que estoy
perdiendo la memoria, pues olvido incluso una de las cosas mas importantes que
yo hago diariamente. Escribir para ti, subir lo que te escribo y actualizar las
vistas.
Es por lo que hoy quiero
suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor protejas con tu
manto de salvación a mi memoria para que nunca se pierda. Te lo suplico por tu
amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi cielo, yo
te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por los constantes
momentos de miedo y de temor. Te suplico que, si es esa tu santísima voluntad,
por favor me perdones por estar siempre a la defensiva. Te lo suplico por tu
amor y te doy gracias y te prometo mi Santísimo Señor Jesucristo que, a partir
de hoy pondré mas de mi parte para vivir con mas fe y menos miedo. Te lo
prometo por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi corazón,
en tus manos encomiendo a mi hijo Fabián y te suplico que, si es esa tu santísima
voluntad, por favor lo bendigas con la inteligencia emocional para que pueda
resolver con éxito todos los problemas laborales que se le presentan
diariamente. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre
celestial. También te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor bendigas
con tu amor, compañía y protección a mi hijo Fabián y a su compañera de vida
Daniela, antes, durante y después del viaje de vacaciones que gracias a ti y
solo a ti, ellos tienen programado para el próximo viernes. Te lo suplico por
tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.
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