Buenos días mi Diosito
adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta
número 2357.
Pero antes que nada
quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE
MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER
LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida,
gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias
por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las
fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial.
Y para cumplir con una
de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados
que he cometido hasta hoy.
Y también quiero
suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros
corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros
larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te
doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, Dios
de mi amor, Dios de mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para
decirte gracias. Dios de mi vida, yo te agradezco de todo corazón por enseñarme
a poner tu amor por encima de todo y de todos. Por darme la oportunidad de
cambiar y de ser mejor, a pesar de que me demoro demasiado en el proceso. Te lo
agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi amor, yo
te agradezco de todo corazón por permitirme usar tus palabras en lugar de mis
palabras para que las cosas que escribo y digo, suenen de mejor manera. Te lo
agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi cielo,
gracias por ser la voz de mi conciencia, por intervenir cada que vez que yo me
voy a equivocar y por perdonar de mí, tantos errores. Te lo agradezco por tu
inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi corazón,
gracias por la celebración de los grados de mi sobrina Melissa, por ayudar a mi
hermana Elisa a conseguir que todos sus hijos sean profesionales. Te lo
agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi alma, yo
te agradezco de todo corazón por esta nueva oportunidad de empleo para mi hijo Andrés,
gracias por bendecirlo con la inteligencia que necesita para desarrollar las
labores que le encomiendan. Ye lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado
padre celestial.
Dios de mi vida,
gracias por todo lo que nos das a todos nosotros tus hijos alrededor del
universo entero. Gracias porque tú mi Diosito adorado estás pendiente hasta de
la mínima necesidad del mundo para suplirla. Te lo agradezco por tu inmenso amor
mi adorado padre celestial. Dios de mi amor, en tus manos encomiendo este y
todos los días de nuestra maravillosa vida y te suplico que, si es esa tu santísima
voluntad, por favor nos bendigas con tu amor, compañía y protección por siempre
y para siempre. Te lo suplico por tu amor y te doy inmensas gracias, mi adorado
padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.
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