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lunes, 4 de octubre de 2021

MI CARTA DOS MIL TRESCIENTOS CINCUENTA Y NUEVE A DIOS

 


Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2359.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para pedirte perdón. Dios de mi vida, casi todos los días, yo debo pedirte perdón por algún error que cometo, hoy quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor nunca te canses de perdonarme. Tú sabes Dios de mi alma que una de las cosas que mas me cuesta cambiar es quedarme callada ante las acciones de los demás, a pesar de que la mayoría de esas acciones son provocadas por las cosas que yo digo y es lo que quiero suplicarte hoy mi adorado padre celestial, que si es esa tu santísima voluntad por favor me ayudes a cambiar eso. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por no tener la paciencia para entender, la capacidad de perdonar y olvidar las ofensas a pesar de que siempre aseguro ser capaz de hacerlo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me ayudes a quedarme callada para demostrarte a ti mi Diosito adorado que soy capaz de no decir nada, aunque quiero gritarlo todo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por no haber aprendido a llevar este matrimonio de la manera que quizá tu quieras que yo lo lleve. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi alma, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me bendigas con la paciencia necesaria para entender la diferencia que hay entre mi y las personas que me diste para amar en este mundo, me bendigas con la capacidad para poner la otra mejilla sin reclamar y me bendigas con la capacidad de fomentar la paz en lugar de la guerra. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

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